Esperando
a subir al otro omnibus... ya la noche pasaba y el cielo comenzaba a
aclarar. En el bar de la estación terminal, un cafe con leche y una
medialuna que habia quedado del día anterior resultaba el mayor manjar
luego de haber pasado horas y horas en el camino.
Hacer una pausa, recuperar fuerzas y a seguir andando!
Jamas un café con medialunas sentará mejor que en lugares como esos. Perdidos... de paso.
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